La destrucción de Jerusalén sucedida en el año 70 DC. fue predicha por Jesús en Mateo 24:2 (De cierto os digo, que no será dejada aquí piedra sobre piedra, que no se destruida).
Cerca del año 70 surgió dicen, la rebelión más grande contra el imperio Romano en épocas del emperador Nerón, los judíos no aceptaban más el dominio romano y deciden buscar su libertad. El ejército romano comandado por Tito sitió la ciudad durante varios días, una y otra vez intenta ingresar en Jerusalén hasta que finalmente logran invadir la ciudad asesinando a millares de judios. Tito hijo del emperador Vespasiano decide conservar el hermoso segundo templo de Jerusalén para vanagloriarse de su triunfo pero accidentalmente el fuego cae sobre el templo y lo va consumiendo. Todos los instrumentos, utensilios y tesoros que permanecían en el santuario fueron robados para más tarde ayudar a pagar el gran símbolo del poder de Roma, el Coliseo de Vespasiano.
Las calamidades de Jerusalén y su emblemático templo habían sido profetizado por los siervos del Señor, entre ellos Miqueas (Miqueas 3:12).
Israel jamás imagino que llegarían a tales calamidades, creyeron siempre que Dios los acompañaría pero por su rebelión, Dios ya sea había apartado de ellos.
Puede consultar también El Conflicto de los Siglos en el capítulo 1 “El Destino del Mundo Predicho”. Este capítulo hace referencia al estado de Jerusalén y su lejanía de su Omnipotente protector Dios, antes de su devastación así como una breve descripción del mismo.
La película está basada en los escritos de Josefo quien vivió las calamidades de ese tiempo, actualmente se conservan dichos escritos. Vea la interesante película
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