La metáfora bíblica de Dios como madre revela su cuidado y protección para nosotrosMuchos están acostumbrados a pensar en Dios como un padre amoroso. Esto no sucede por casualidad: la Biblia está llena de ejemplos donde Dios aparece de la imagen paterna (Deuteronomio 32: 6; 1 Crónicas 29:10; Salmo 68: 5; Isaías 64: 8; Mal 2:10; Mt 6 : 9). Sin embargo, podemos encontrar varios lugares donde solía virtudes femeninas de ser revelado.
En Isaías 40:11, por ejemplo, Dios es retratado como alguien que "en sus brazos los corderos y los llevan dentro". Estas palabras recuerdan el cuidado y la ternura de una madre despedidos un niño regazo. En Isaías 49:15, el amor de Dios se revela como mayor que la madre que amamanta a su hijo. Piense en una madre que se olvida del niño de pecho es prácticamente imposible. Después de todo, la noche y el día que requiere su atención. El texto deja claro que esta "imposibilidad" ¿Puede el punto de vista humano, pero no lo divino. Esa imagen reconfortante! Dios nos considera más caro que una madre a su hijo.En Isaías 66:11 y 12, la imagen de Dios está asociada con la lactancia materna y sumérjase en la mama.Estas expresiones se preparan al lector a la parte posterior de la Tabla 13: una madre consolando a su hijo de vuelta. Esto nos recuerda la ternura, la compasión y el amor fuera de lugar. Dios es descrito como la fuente inagotable de consuelo para su pueblo.
En Oseas 11: 1-4, el cuidado de Dios por su pueblo puede ser comparado con el trabajo de una madre que enseña al niño a caminar, la toma en sus brazos, le trae la curación, utiliza bonos de amor para atraer a ella y dobla darle de comer. ¿No sería una síntesis de la rutina de una madre que tiene un bebé? Parece que si. Así es como Dios trabaja con nosotros!
En Mateo 23:37, Jesús usó para sí la imagen de una gallina que junta a sus polluelos. En su comentario sobre el libro de Mateo, Donald Hagner menciona que "la imagen de un ave madre que reúne a sus hijos bajo sus alas sugiere cosas como la seguridad, la nutrición y el bienestar." Varias veces la Biblia repite esta metáfora (Rut 2:12; Salmo 17: 8; 91: 4; Is 31: 5).
La Biblia no dice que Dios pertenece al género femenino; sólo tiene que utilizar esta comparación para reportar el cuidado de él para nosotros
Una hermosa descripción de la imagen de la madre de Dios también se encuentra en Génesis 49:25. Jacob menciona que la bendición que el Todopoderoso derrame sobre José viene de tres direcciones: (1) los altos cielos, es decir, la lluvia y el rocío; (2) las profundas, es decir, los ríos y las fuentes de agua; y (3) de los pechos y el vientre. Dios usa todos los recursos posibles para proporcionar felicidad a sus hijos, así como hacen las madres.
En el texto anterior, hay un interesante juego de palabras. La palabra hebrea traducida como Todopoderoso es El Shaddai, y la expresión de los senos es shadayim. Por lo tanto, el nombre de Dios está ligada a la nutrición y la atención materna. Además, la palabra hebrea para "vientre", también se puede entender como "vientre". Así, Dios está representado por la figura de una madre cuyo vientre trae luz a un niño y se alimenta de los pechos.
Por supuesto, la Biblia no afirma que Dios tiene, literalmente, "pechos" y "matriz"; sólo implica que se trata de la mejor comparación para reportar el cuidado de él para nosotros.
Por lo tanto, una visión más clara de la naturaleza de Dios implica entender que a veces se desprende de la figura masculina, a veces de las mujeres. Pero eso no significa que el Dios de la Biblia es similar a las deidades de algunas religiones antiguas, que creían en la existencia de dioses y diosas, como Afrodita, la mitología griega. Nada de eso.
En su libro Divina Anatomía: Llegar a conocer la esencia de Dios, Kenneth Ulmer hace hincapié en que podemos entender mejor "la persona y la naturaleza de Dios a prestar atención a lo que dice acerca de sí mismo cuando se utilizan términos físicos y fisiológicos." Dios se presenta de esa manera en la faz de la dimensión humana del mensaje bíblico. En otras palabras, afortunadamente, la Biblia fue escrita por seres humanos en términos humanos. Esto hace que sea posible comparar el amor de Dios a la madre ya confiar en su cuidado como nos entregamos a la calidez de sus brazos. [Imagen: Fotolia]
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