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Consejos para educar sin agredir

Muchos padres, cuando eran niƱos, fueron educados bajo amenazas, golpes de cintos, chinelas o varas, y al encontrarse ahora con el papel de educadores, sienten la dificultad de no poder utilizar estos recursos. Es comĆŗn que los padres duden sobre cómo educar sin utilizar los recursos que fueron utilizados para su propia educación. Para algunos es un desafĆ­o. Y por entender que esta tarea no es tan simple, el Portal de Rompiendo el Silencio (proyecto de los adventistas en contra de la violencia) presentó una lista de tres consejos para tener Ć©xito en la educación de los hijos sin utilizar acciones violentas:
Mantenga un canal abierto para el diĆ”logo: No se debe esperar que los niƱos adivinen lo que es correcto y lo que es equivocado. Los niƱos necesitan recibir instrucciones desde que nacen. Somos el puente entre ellas y el mundo. No tiene sentido castigar a un niƱo por algo que no sabĆ­a que no debĆ­a hacer. Al ver al niƱo actuando mal, interrĆŗmpalo y hĆ”blele sobre lo que estaba haciendo. Los niƱos son inteligentes, inclusive los menores necesitan recibir instrucciones sobre lo que estĆ” correcto y lo que estĆ” equivocado. Para esto es necesario mantener un canal abierto para el diĆ”logo. Es necesario relacionarse con el niƱo. De lo contrario, usted no sabrĆ” conversar con Ć©l. Debe conversar sobre otras cosas para que la conversación de exhortación no se entienda como un castigo, sino como un acto de preocupación por Ć©l.
Priorice las penitencias naturales en detrimento de las arbitrarias: Los penitencias son consecuencias negativas de lo que hacemos. Las penitencias naturales son consecuencias naturales de nuestra acción incorrecta. La penitencia natural de pasar un radar a 120 km/h donde debĆ­a pasar a 80km/h es recibir una multa. No es hablar con la policĆ­a de trĆ”nsito o ir al rincón a pensar. De la misma manera, existen penitencias naturales para los errores cometidos por los niƱos, y estas son las mĆ”s eficientes para enseƱarles algo a nuestros hijos. Si el niƱo perdió un juguete que usted le dijo que no debĆ­a llevar a la escuela, la penitencia natural no es un dĆ­a sin televisión, sino quedar sin ese juguete. Si estĆ” obteniendo notas bajas porque pierde mucho tiempo mirando televisión, en este caso sĆ­, quedar sin televisión es una penitencia natural.
Las penitencias naturales son mƔs justas. Las penitencias arbitrarias deben quedar en un segundo plano, y deben utilizarse especialmente cuando la penitencia natural pone en riesgo la vida del niƱo, como por ejemplo la penitencia natural de cruzar la calle solo. Usted no necesita dejar que el niƱo sea atropellado para que aprenda. Puede aplicar una penitencia arbitraria que lo ayude a comprender que eso es realmente peligros para su vida.
Aleje los malos modelos: Los niƱos aprenden mucho observando. Por eso, es muy importante mantener los malos ejemplos lejos de Ć©l. Dentro de los malos ejemplos estĆ”n los programas de televisión, compaƱeros, y usted mismo. Muchas palabras y comportamientos inadecuados se aprenden a travĆ©s de programas de televisión. Inclusive los mayores son influenciados por la filosofĆ­a transmitida por estos programas. La compaƱƭa de otros niƱos con malos hĆ”bitos tambiĆ©n es una fuente de influencia. Tanto como sea posible, lo ideal es que el niƱo reciba la educación de sus primeros aƱos en su hogar, para que pueda ser protegido de influencias que pueden causar daƱos al desarrollo de su carĆ”cter desde temprano.
Los padres tambiƩn son malos ejemplos en muchos momentos y por eso deben vigilarse y cambiar por sƭ mismos. Ellos mienten, violan leyes civiles, son agresivos unos con otros, usan malas palabras, etc. Y no perciben que la mirada infantil capta cada una de esas malas acciones y las asimila como lecciones para aprender. Si usted quiere tener hijos bien educados, amables, obedientes, sea asƭ; seleccione compaƱƭas asƭ para ellos tanto como le sea posible y permita que las influencias tengan estas caracterƭsticas.
Si aun asĆ­ usted encuentra dificultades al educar a sus hijos, recuerde la siguiente cita: “Nunca levante la mano para darle un golpe a menos que, con clara conciencia, Ud. pueda inclinarse delante de Dios y pedir su bendición sobre la disciplina que estĆ” por aplicar. Fomente el amor en el corazón de sus hijos. Presente delante de ellos motivos elevados y correctos que induzcan al dominio propio. No les dĆ© la impresión de que deben someterse a un rĆ©gimen porque asĆ­ lo determina su voluntad arbitraria, porque Ud. es fuerte y ellos dĆ©biles, porque Ud. es el padre y ellos los hijos. Si Ud. quiere arruinar a su familia, continĆŗe gobernĆ”ndola por la fuerza bruta, y resultarĆ” asĆ­ ciertamente”. — (Elena de White, Conducción del NiƱo, p. 235) [Equipo ASN,Rompiendo el Silencio]

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