“El Tribunal Supremo decidió rechazar la apelación de la organización en contra de su prohibición”, apunta la decisión, citada por la agencia de noticias RIA-Novosti.
El Ministerio de Justicia de Rusia había presentado una acción en el Tribunal Supremo considerando a los Testigos de Jehová “una amenaza a los derechos de las personas, el orden público y la seguridad pública.”
La decisión judicial abrió el camino para el cierre y la confiscación de los bienes de comunidades vinculadas a los Testigos de Jehová en Rusia.
“Incluso esperando una decisión negativa, es de todas formas decepcionante”, respondió el portavoz internacional de los Testigos de Jehová, David. A. Semonian, en un comentario escrito a la AFP.
“Vamos a apelar la decisión ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos” (CEDH), dijo.
El grupo religioso afirma tener 175.000 miembros y 395 centros en todo el país, y ha luchado varias disputas con las autoridades rusas en los últimos años.
Para la poderosa Iglesia Ortodoxa rusa, los Testigos de Jehová son una secta peligrosa, debido a la prohibición de las transfusiones de sangre impuestas a sus miembros, entre otras cosas.
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