En un comunicado de prensa, la Iglesia Adventista Europea pide a los violentos que dejen las armas, el odio y la violencia. “Todos somos hermanos y hermanas, hijos de un mismo Padre.”
A raíz del último ataque terrorista que tuvo lugar en Yakarta, Indonesia, la Iglesia Adventista del Séptimo Día de la Región Intereuropea (EUD) ha emitido un comunicado de prensa en el que condena enérgicamente todos los actos de violencia y opresión. Expresa sus condolencias a las familias de las víctimas de los ataques y pide a los creyentes estar cerca de los que sufren en este tiempo de angustia.
La declaración dice:
“Francia, Siria, Túnez, Turquía, Egipto, Indonesia … la lista de países afectados por los ataques terroristas está creciendo cada día y no se detiene. El mundo entero parece estar desestabilizado, en las garras del miedo, el terror y la confusión. Occidente, hasta hace pocos años un lugar próspero, próspero y seguro, esta ahora viviendo momentos de ansiedad e inseguridad profunda. Las principales ciudades de Europa son militarizada y puestas bajo estricto control. El miedo es palpable en todas partes. Las instituciones parecen frágiles y no parecen garantizar la estabilidad ni material ni espiritual. La gente está desesperada por la paz, la serenidad y la seguridad.
A la luz de todo esto, lo que queremos, en primer lugar, expresar son nuestras sinceras condolencias a las familias de víctimas de atentados terroristas. Que nuestras oraciones y nuestros pensamientos les consuele en este momento de dolor, de ira y de tristeza. Que nuestro amor les abrace a todos juntos. También oramos para que el Señor, nuestro Dios, llene sus corazones con la seguridad de la vida eterna, pronto viviremos con alegría y gozo en la comunión, y ¡la muerte y el dolor no existirán más!
Firma e incondicional es nuestra condena a todos los actos de terrorismo, de violencia y de opresión. ¡Exigimos que el uso de las armas, el odio y la violencia ceseya ! Todos somos hermanos y hermanas, hijos de un mismo Padre.
La Iglesia Adventista está comprometida, en la medida de lo posible, en ofrecer apoyo espiritual y moral a través de sus instituciones religiosas, sociales y humanitarias.
Animamos a los miembros de la iglesia a estar cerca de los que sufren en estos momentos de gran angustia. Que todos seamos embajadores del reino de Dios, portadores de la certeza de la gloria de la venida de Jesucristo y de una vida feliz en el reino de los cielos “.
Fuente: EUD news
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