Sus atalayas son ciegos, todos ellos ignorantes; todos ellos perros mudos, no pueden ladrar; soƱolientos, echados, aman el dormir. IsaĆas 56:10
Muchos lideres y mensajeros del pueblo de Dios, somos perros mudos y no sabemos ladrar. Si conocemos la verdad, somos mensajeros y a veces no ladramos, no decimos nada cuando llega el peligro. Le gentes esta por ahogarse y destruirse en este mundo y necesita el mensaje de la justicia por la fe.
Decimos: āNo quiero ser contado alarmistaā, pero todos los medios, los periodicos, los canales estĆ”n hablando de la crisis venidera. El mundo esta buscando soluciones y el pueblo de Dios tiene la solución, pero son perros mudos y no ladran. No podemos continuar asi, tenemos que levantar la voz.
Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado. IsaĆas 58: 1
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