Ingredientes (Para 15 magdalenas veganas saladas)
- 180 gramos de harina para bizcochos y magdalenas (usé una que ya viene con la cantidad de levadura incorporada de mercadona, marca Aragonesa, pero si usas una de bizcochos sin levadura, añádele también 8 gramos de levadura en polvo)
- 200 ml de leche de soja sin azúcar (importante que no sea dulce. Yo usé la sin azúcar de soja de mercadona)
- 100 ml de aceite de oliva
- Algo más de un puñado de York vegano (o cualquier embutido vegetal)
- Algo más de un puñado de queso vegano para fundir (yo usé Violife para Pizza, pero puedes usar tu queso vegano para fundir favorito)
- Dos puñados de espinaca muy picada
- Dos puñados de champiñones muy picados
- Una pizquita de pimienta negra
- Otra pizquita de albahaca
- Una pizca de sal
Necesitaremos moldes y bandeja para hornear magdalenas. Las puedes encontrar en bazares y tiendas grandes como Ikea. Yo os recomiendo unos moldes de silicona, ya que son reutilizables, higiénicos y además mucho más fácil de desmoldar. Los de papel que veis en la foto los utilicé sólo porque me parecen más agradables a nivel estético/fotográfico 😉
Método
- En primer lugar comenzaremos picando muy finitos los champiñones, las espinacas, un puñado de queso vegano (si lo tienes rallado no hace falta) y el embutido vegetal.
- En segundo lugar mezclaremos en un bol todos los ingredientes hasta que quede una pasta homogénea (si la harina es sin levadura, también añadiremos la levadura).
- A continuación colocaremos nuestros moldes en la bandeja de magdalenas.
- Antes de continuar, precalentaremos nuestro horno a 170 grados.
- Seguimos con nuestras magdalenas veganas saladas, así que nos toca rellenar nuestros moldes a 1/3 de su capacidad.
- Seguidamente, colocamos en el centro de nuestros moldes unos trocitos de queso y embutido vegetal (lo que hará que tengan un corazón de queso fundido)
- Continuamos llenando nuestros moldes hasta 3/4 de su capacidad (para que no rebose en el horno)
- Los metemos en el horno y los dejamos por unos 35 minutos a 170 grados (o hasta que suban y se doren).
- Cuando ya estén doraditos, apagamos el horno y los retiramos de la bandeja.
Déjalos enfriar antes de retirarlos del molde, porque podrían deshacerse y tu podrías quemarte salvajemente.
- Cuando ya estén templadas, ¡Ya están listas para comer!
Consejos
Por definición, las magdalenas se suelen conservar a temperatura ambiente. Hay que tener en cuenta que estas no están compuestas sólo de harina, sino que contiene ingredientes frescos como son los embutidos vegetales, las espinacas y los champiñones. Por eso yo decidí guardar en la nevera las que sobraron y
¡Están mucho más buenas después de un rato de nevera!