Mucho puede decirse del rol de la mujer en nuestra sociedad, tanto productivo como reproductivo, sin embargo, en este día queremos poner nuestra vista en aquellas mujeres que enfrentan a diario desafíos sociales, económicos y culturales, y que aun así, representan uno de los principales pilares de su sociedad y economía; las mujeres en zonas rurales, en este caso, en África.
Desde 2010, ADRA España ha estado trabajando en las zonas rurales más pobres de Etiopia en la región Somali, en la frontera con Somalia en comunidades con un 99,3 % de población musulmana. A través de 2 programas plurianuales financiados por la Agencia Española de Cooperación para el Desarrollo (AECID), hemos podido alcanzar a gran número de mujeres en aldeas (Kebeles) principalmente agrícolas, llevando a cabo actividades para su inclusión productiva con la creación de cooperativas específicas para mujeres cabeza de hogar, las cuales refuerzan su capacidad de generación de ingresos y relevancia social en sus comunidades Etiope-Somalis, a parte de su rol reproductivo y social en la crianza de los hijos, siempre ha sido el pilar principal para la gestión de recursos económicos y materiales dentro del hogar, y la que lleva a cabo la mayoría de las actividades comerciales en las que puede participar cualquier familia rural.
364e40a2b228251180df0cb3d9eb255cfb6eee56e4b9c1d1c2pimgpsh_fullsize_distrDesafortunadamente, no todas las sociedades ven a la mujer de la misma manera, ni reconocen públicamente su relevancia debido a diversas concepciones culturales que centran su atención y reconocimiento al rol del hombre como cabeza tradicional de familia. Aún así, y en encuestas realizadas en zonas rurales en la región Somalí, es un hecho sabido por todos que la mujer es vital para el funcionamiento de cualquier comunidad, tanto en sus componentes productivos como sociales (familia).
En este día, queremos reconocer públicamente a la mujer rural; a aquellas que destacan visiblemente en su labor diaria por mantener la estabilidad y productividad de sus comunidades, y especialmente a aquellas mujeres que aunque invisibles, sostienen, cual atlas, el gran peso de la estabilidad social a través de la familia, las finanzas del hogar y la producción de recursos varios con actividades como la agricultura y el comercio.
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