Como vimos en el tema anterior, después que el conflicto se
trasladó a la tierra y nuestros primeros padres desobedecieron a Dios y
tuvieron que abandonar el paraíso, se comenzó a formar dos descendencias
espirituales totalmente opuestas en este mundo.
La descendencia de la serpiente
(los “hijos del diablo” espiritualmente hablando – sinónimo
de la falsa adoración – los desobedientes) – Gén. 3:15; 1 Juan 3:1-12; Ap.
12:9.
Caín el rebelde asesino fue separado físicamente y
geográficamente de los creyentes. Se establece al oriente de Edén en la tierra
de Nod*, donde forma su descendencia y construye la primera ciudad del mundo
antediluviano. Su descendencia se destaca por polígama, violencia, crueldad y
venganza. Gén. 4:16, 17, 19, 23-24.
[notice]*Nod significa Errante. Caín llegó a ser errante
como su padre espiritual el diablo – vea Job 1:7.[/notice]
Dios puso enemistad entre las dos descendencias (simientes)
– Gén. 3:15.
La descendencia de la mujer
* (los “hijos de Dios” espiritualmente hablando – sinónimo
de la verdadera adoración – los obedientes) – Gén. 3:15; 1 Juan 3:1-12; Ap.
12:1.
[notice]*La mujer es un símbolo bíblico y profético de la
Iglesia de Dios (su pueblo). Cristo es simbólicamente el esposo (el marido) que
cuida, sostiene, guía y ama a sus seguidores y se sacrifica por su pueblo. 2
Cor. 11:2; Ap. 19:7, 8.[/notice]
Dios dio a Adán y Eva otro hijo en lugar de Abel llamado Set
que significa Sustitución para que la descendencia fiel pueda continuar y no se
extinga. Set comenzó a invocar el nombre del Señor. Gén. 4:25, 26. Su
descendencia se destaca por la obediencia y fe en el Creador. Su descendiente
Enoc caminó con Dios y fue llevado vivo al cielo. Y su descendiente Noé era
perfecto en su época y sobrevivió el diluvio con su familia. Gén. 5:24, 29;
6:9.
A través de Caín, el diablo mató a Abel pensando destruir la
descendencia de la mujer y prevenir la llegada del Mesías prometido que le
aplastaría su cabeza. Es por eso que Set era el sustituto de Abel, para que la
descendencia fiel continúe y no se extinga.
Estas descendencias son simbólicas y espirituales. Gente de
la descendencia física de Caín pudo cambiar a la descendencia espiritual de
Abel (Set) y viceversa. Hay muchos ejemplos en la Biblia de gente que nace en
ambiente pagano y mundano y se convierte a Dios. Ef. 2:1-4; Tito 3:3-6. Y de
gente que nace en ambiente santo y creyente y se aparta y rebela. Gál. 5:4; 1
Cor. 9:27; Hebreos 6:4-6; 10:29; 2 Pedro 2:20, 21. Es por eso que estamos en
una lucha espiritual.
La salvación es condicional
Tenemos el libre albedrío, la facultad de decisión. Cada ser
humano tiene que escoger entre dos caminos. Obediencia o desobediencia. Pero
Dios muestra las consecuencias de ambos caminos claramente y recomiendo que
escojamos el camino de la obediencia, de la vida y del bien. Deut. 28:1, 15.
Dios no quiere que ninguna perezca, sino que todos procedan
al arrepentimiento – 2 Pedro 3:9.
Dios no quiere la muerte del impío, sino que se vuelva de su
mal camino y viva – Ez. 33:11
Dios desea y recomienda que escojamos la vida, el bien y la
bendición y no la muerte, el mal y la maldición – Deut. 30:15-20.
El nombre no revela siempre la
identidad (personalidad)
Como veremos a continuación los nombres de los descendientes
de las dos simientes son muchas veces los mismos o muy parecidos. Hay que
diferenciar a las personas por sus frutos (sus obras) y su carácter; No por sus
nombres, su nomenclatura, su título o su designación, etc. Veamos unos
ejemplos:
Personajes de la descendencia
incrédula y desobediente de la serpiente
Enoc – hijo de Caín (nombre de la primer ciudad mundana) –
Gén. 4:17
Metusael – padre de Lamec (el malo) – Gén. 4:18
Lamec – polígamo, violento, cruel y vengativo – Gén. 4:19-24
Personajes de la descendencia
creyente y obediente de la mujer
Enoc – caminó con Dios y fue llevado por el Señor – Gén.
5:22, 24
Metusalén – padre de Lamec (el bueno) y abuelo de Noé – Gén.
5:21
Lamec – padre de Noé – Gén. 5:28, 29
Hoy en día ocurre el mismo fenómeno. Hay muchas personas que
llevan nombres bíblicos de personajes extraordinarios y santos. Hay flojos e
irresponsables que se llaman José, estafadores que se llaman Abel, infieles que
se llaman Jesús, mentirosos que se llaman Daniel, engañadores que se llaman
Juan, borrachos que se llaman David, ladrones que se llaman Pedro, etc.
El gran acusador
La Biblia nos muestra otro nombre del diablo. “…ha sido
lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de
nuestro Dios día y noche…”. Ap. 12:10.
El diablo se convirtió en el acusador de los hermanos. “Los
hermanos” son los creyentes (personas convertidas) Hebr. 2:11, 12. El que hace
la voluntad de Dios es el hermano de Cristo. Mateo 12:48-50. El diablo no tiene
necesidad de acusar a personas que se encuentran en su “linaje de serpiente”.
El acusa aquellos que son “del linaje de la mujer” (personas creyentes y
obedientes de Dios).
JobEjemplo: Job. El diablo lo acusó en el cielo frente a
Dios y los ángeles celestiales, cuestionando su integridad espiritual diciendo
que Job actúa por conveniencia pero que en realidad no ama a Dios y que
blasfemará a Dios una vez que la bendición se retire. Dios permitió que el
diablo toque la familia y las pertenencias de Job. “En todo esto no pecó Job,
ni atribuyó a Dios despropósito alguno.” Job 1:1, 6-12, 21, 22. De esta manera
Job dio gloria a Dios y el diablo quedó desenmascarado como falso acusador
frente a los ángeles celestiales.
Ejemplo: Josué. “Satanás estaba a su mano derecha para
acusarlo.” Zacarías 3:1.
En todo este conflicto entre el bien y el mal, los creyentes
llegaron a ser “espectáculo al mundo, a los ángeles y a los hombres”. 1 Cor. 4:9.
Incluso las huestes angelicales miran con interés lo que
ocurre en el conflicto entre el bien y el mal y lo que hacen aquellos que
desean obedecer a Dios. De esta manera, si somos fieles como por ejemplo Job,
damos a conocer “a los principados y potestades en los lugares celestiales la
multiforme sabiduría de Dios.” Efesios 3.10.
El diablo acusaba constantemente a los hermanos delante de
Dios desde el inicio de la rebelión hasta la muerte de Cristo en la cruz. Tenía
libre acceso al cielo durante los milenios de al época del Antiguo Testamento.
Pero no utilizó ese acceso para arrepentirse ni reconciliarse con Dios, sino
para acusar a los hermanos y defender su posición. Pero después de asesinar al
hijo de Dios en la cruz del calvario mediante sus secuaces humanos ya no tuvo
argumentos. Su maldad quedó totalmente demostrada en el universo. Las últimas
migajas de simpatía que había hacia Lucifer se desvanecieron. Gran parte de la
duda que aún podía estar en los ángeles celestiales desapareció.
Angeles caídosEl diablo ya no tuvo acceso libre al cielo
para seguir acusando personalmente delante de Dios a los hermanos. Jesús dijo:
“Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado
fuera [del cielo]… Yo vi a Satanás caer del cielo como un rayo.” Juan 12:31;
Lucas 10:18; Ap. 12:8-12; Hebr. 2:14.
Desde la muerte de Cristo en la cruz ya no se permitieron
acusaciones directamente en el cielo ante Dios. Era la caída final a la tierra.
El acceso al cielo se cerró definitivamente para los ángeles caídos. En el
Nuevo Testamento ya no encontramos acusaciones del diablo frente a Dios.
Cuando el diablo y los ángeles rebeldes fueron echados
definitivamente del cielo, se restableció la paz y la armonía en el universo,
pues el conflicto terminó en el cielo y en los demás planetas habitados. “…ha
sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante
de nuestro Dios día y noche… Por lo cual alegraos cielos y los que moráis en
ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! Porque el diablo ha
descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo”. Ap. 12:10,
12.
La solución divina
La solución divina estaba preparada desde antes de la
fundación del mundo. Se trataba de Cristo que se sacrificaría por nosotros como
un cordero sin mancha y sin contaminación para el perdón de nuestros pecados,
la reconciliación con Dios y el acceso restaurado al árbol de la vida y al
paraíso. En toda la Biblia Cristo es representado como un cordero. Vea: 1 Pedro
1:18-20; Juan 1:29; Isaías 53; Ap. 5; Ap. 13:8.
Jesús = Carácter del cordero (la paloma) = humilde, tierno,
no ataca, confía, ama, sirve, sigue al buen pastor, etc.
Versus su enemigo
Diablo = Carácter del dragón (la serpiente antigua, el lobo
rapaz) = ataca, mata, persigue, envenena, odia, engaña, etc.
En estos dos representantes (Jesús y el diablo) de las dos
descendencias espirituales totalmente opuestos, se puede observar claramente
los caracteres de este gran conflicto entre el bien y el mal. ¿Qué carácter
manifiestas en tu casa, en tu trabajo, en la universidad o en el colegio…? Si
nuestro carácter manifiesta que aún estamos en la descendencia de la serpiente,
es tiempo de arrepentirnos y colocarnos en la descendencia espiritual de la
mujer. Is. 1:16-20.
El paraíso será restaurado en el
futuro
El acceso al árbol de la vida será habilitado nuevamente
para todos los de la descendencia de la mujer. Génesis (primer libro de la
Biblia) muestra como se perdió al comienzo. Apocalipsis (último libro de la
Biblia) muestra la plena restauración al final. Y todo el resto de la Palabra
de Dios muestra el desarrollo del conflicto entre el bien y el mal; como Dios
resuelve los problemas y hace justicia. Por desobediencia tuvimos que salir del
paraíso. Por obediencia volveremos a entrar para recuperar la eterna vida,
juventud y salud. Ap. 22:1, 2.
Ya no habrá lágrimas, ni muerte, ni llanto, ni clamor, ni
dolor – Ap. 21:4.
Ya no habrá violencia, destrucción, ni quebrantamiento – Is.
60:18.
La restauración será completa e incluye animales y plantas
Incluso entre los animales ya no habrá muerte, ni dolor, ni
lágrimas, pues los animales ya no se comerán entre sí. Serán vegetarianos y ya
no constituirán un peligro para el hombre sino al contrario serán sus amigos.
Isaías 11:6-9.
“Animales del campo, no temáis; porque los pastos del
desierto reverdecerán, porque los árboles llevarán su fruto, la higuera y la
vid darán sus frutos.” – Joel 2:22.
“toda la creación gime a una, y a una está con dolores de
parto hasta ahora… La creación misma será libertada de la esclavitud de la
corrupción…” Romanos 8:18-22.
No hay comentarios:
Publicar un comentario